Google+ mayo 2011 | Las crónicas de Thot

Descubierto un mausoleo romano del s.II

Se ha encontrado un mausoleo romano bajo las Drassanes Reials del Museo Marítimo de Barcelona :)


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Barcelona y masonería IV: El taller Masriera

No es habitual encontrarse un templo romano encajado (literalmente) entre bloques de pisos modernos. Pues esta es la sorpresa que te vas a llevar si bajas andando por la calle Bailén de Barcelona, una vez cruzas Consell de Cent.
El arquitecto Josep Vilaseca - el mismo que el del Arco del Triunfo de Barcelona - fue el encargado de alzar este templo-taller a imagen y semejanza de lo que se supone que fue el antiguo templo de Augusto del foro romano de Barcino. En una foto del archivo fotográfico de Barcelona podemos apreciar su imponente grandeza cuando ningún edificio le hacía sombra.



Uno de los grifos
Construido a finales del siglo XIX, y ennegrecido por la polución, este edifico de estilo neoclásico se levanta majestuoso con sus 6 columnas corintias que sujetan un frontispicio triangular. En los extremos superiores destacan sendos grifos - animal mitológico mitad águila, mitad león - custodiosos de los tesoros que se pudieran ocultar en ese lugar. De hecho, el oro si que debió estar presente, ya que la casa fue ordenada construir por los hermanos Masriera para ser usada como taller de orfebrería, escultura y pintura. Aún hoy, esta familia posee su joyería en el Paseo de Gracia, entre Consell de Cent y la calle Aragón.
Actualmente, es sede de una congregación religiosa llamada: la Pequeña Compañía del Corazón Eucarístico de Jesús, aunque, tiempo atrás, cumplió sus funciones como teatro. Es curioso observar varias estrellas de cinco puntas en la verja que protege el recinto, lo que inmediatamente nos lleva a pensar que su origen está vinculado a la masonería. Esta reflexión cobra más sentido si pensamos que hay implicada una familia de joyeros, ya que los inicios de la masonería actual (simbólica) nacen de los gremios artesanales de la Edad Media, sobre todo la de los constructores.






La entrada principal en la verja repleta de estrellas de 5 puntas.

Barcelona y masonería III: La casa Xifré

Vista panorámica de la casa Xifré y la font del Geni Català desde Pla de Palau


Josep Xifré i Casas
(1777-1856) fue un famoso indiano catalán que amasó su fortuna en Cuba con el curtido de pieles y el comercio de azúcar y café. En 1831, tras años en el extranjero, decide instalarse definitivamente en Barcelona. Adquiere gran parte de los terrenos del actual Paseo de Isabel II para edificar su hogar: la casa Xifré. También conocida como los Porxos d'en Xifré, fue el primer edificio fotografiado en España, el 10 de noviembre de 1839.

Simbología alquímica en la casa Xifré

Josep Xifré tuvo una estrecha relación con Ferdinand de Lesseps, ingeniero constructor del canal de Suez y de Panamá, que fue cónsul francés en Barcelona desde el 1942 al 1948. Parece ser que Lesseps estuvo muy vinculado al hermetismo. Esto permitió a Xifré estar en contacto con el conocimiento alquímico y la obra de Fulcanelli. Más allá de sus famosos arcos inferiores, la fachada del edificio está repleta de relieves. Algunos hacen referencia a las indias, como los rostros de célebres navegantes que cruzaron el océano en busca de nuevas tierras (Colón, Elcano, Magallanes, Pizarro...) y de indígenas de los territorios conquistados. Pero, si nos fijamos mejor, descubriremos otros motivos menos habituales y cargados de simbología. Según algunos autores, parece que el conjunto tiene un propósito: transmitir la obra alquímica.

Urania coeli motus scrutatur et astra (El movimiento del cielo y las estrellas es observado por Urania) aparece escrito justo debajo del grupo escultórico en la azotea del edificio. Las figuras principales de este son Saturno-Cronos y Urania. El dios, sentado a la derecha, tiene agarrada una guadaña y se apoya en un reloj de arena; mientras, a la izquierda, la diosa sostiene en alto un compás y con su otra mano, de forma más discreta, un catalejo. El uno simboliza el plomo y caos alquímico, la otra la medición de las proporciones y la observación de la naturaleza. Detrás de Urania, aparece la esfera armilar, símbolo del atanor u horno de fusión alquímico.
Detalle del grupo escultórico de la azotea de la casa Xifré: Urania sosteniendo un compás junto a Saturno/Cronos con su guadaña



Hay otro motivo que puede explicar la existencia de este grupo escultórico: estaba previsto construir un observatorio astronómico en el edificio. Algo que nunca llegó a concretarse.

También encontramos los doce signos del zodíaco distribuidos a lo largo la fachada del edificio. En la alquimia, cada signo zodiacal corresponde a uno de los doce procesos alquímicos que son la base de los procesos químicos modernos:
  • Aries: descomposición por calcinación.
  •  Leo: descomposición por digestión.
  • Capricornio: descomposición por putrefacción.
  • Tauro: modificación por coagulación.
  • Géminis: modificación por fijación.
  • Sagitario: modificación por ceración.
  • Virgo: separación por destilación.
  • Libra: separación por sublimación.
  • Escorpio: separación por filtración.
  • Cáncer: unión por disolución.
  • Acuario: unión por multiplicación.
  • Piscis: unión por proyección.
Sobre los arcos inferiores encontramos tres relieves del caduceo de Hermes, una vara de olivo con dos serpientes entrelazadas y un casco con alas en la parte superior. Además de ser una clara alegoría del comercio (el dios Hermes es el protector de los comerciantes), también es considerado por los alquimistas como símbolo de la transmutación del mercurio en oro.

Pero estos no son los únicos caduceos de Hermes que podemos hallar en el edificio. Hay centenares repartidos en las barandillas de los balcones junto con el rostro del dios del comercio, y en uno de los relieves de terracota cerca de la calle Llauder.

Relieve del caduceo de Hermes en la casa Xifré. Se trata de una vara de olivo con un casco con alas en su parte superior y con dos serpientes entrelazadas.


Josep Xifré y la masonería

No hay ningún documento oficinal que demuestre que Josep Xifré fuera masón. Aunque su espíritu filantrópico y algunos detalles curiosos de su vida pueden inducir a pensar que sí lo fue. Sin ir más lejos, detrás de la figura de Urania en la casa Xifré hay un reloj en el que solo se muestran los siguientes puntos horarios en números romanos: 1, 2, 3, 6, 9 y 12. Si se suman, se obtiene el resultado de 33, que coincide con el grado máximo de maestro en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la masonería.

Aun hay más. En la etapa que Josep Xifré vivió Nueva York, este se inicio en el negocio de la construcción. Allí ordenó edificar dos inmuebles para pisos de alquiler en los números 33 de Henry Street y Market Street. Curioso, ¿no? Además, en los Porxos d'en Xifré se ubica el famoso restaurante Les 7 portes. Este negocio tiene el suelo ajedrezado típico de las logias masónicas y las hojas de acacia (árbol sagrado para los masones) en las decoraciones interiores. ¿Casualidad?